sábado, 14 de mayo de 2016

Poema del mes: Estar enamorado (Francisco Luis Bernárdez)


Este mes elegí un poema que era muy popular hace unos años atrás, Se trata de Estar enamorado, poesía que forma parte del libro La ciudad sin Laura del poeta argentino Francisco Luis Bernárdez. Elegí este poeta porque siento que hoy en día no es muy recordado y, de hecho, las nuevas generaciones desconocen su obra. En cuanto al poema, lo elegí porque a mí me gustaba mucho cuando era adolescente.

Estar enamorado

Estar enamorado, amigos, es encontrar
el nombre justo a la vida.
Es dar al fin con las palabras que para hacer
frente a la muerte se precisa.
Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel
en que el alma está cautiva.
Es levantarse de la tierra con una fuerza que
reclama desde arriba.
Es respirar el ancho viento que por encima de
la carne respira.
Es contemplar, desde la cumbre de la persona,
la razón de las heridas.
Es advertir en unos ojos una mirada verdadera
que nos mira.
Es escuchar en una boca la propia voz
profundamente repetida.
Es sorprender en unas manos ese calor de la
perfecta compañía.
Es sospechar que, para siempre, la soledad
de nuestra sombra está vencida.

Estar enamorado amigos, es descubrir dónde
se juntan cuerpo y alma.
Es percibir en el desierto la cristalina voz de
un río que nos llama.
Es ver el mar desde la torre donde ha quedado
prisionera nuestra infancia.
Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de
cigüeñas y campanas.
Es ocupar un territorio donde conviven los
perfumes y las armas.
Es dar la ley a cada rosa y al mismo tiempo
recibirla de su espada.
Es confundir el sentimiento con una hoguera
que del pecho se levanta.
Es gobernar la luz del fuego y al mismo tiempo
ser esclavo de la llama.
Es entender la pensativa conversación del
corazón y la distancia.
Es encontrar el derrotero que lleva al reino de
la música sin tasa.

Estar enamorado, amigos, es adueñarse de
las noches y los días.
Es olvidar entre los dedos emocionados la
cabeza distraída.
Es recordar a Garcilazo cuando se siente la
canción de una herrería.
Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las
primeras golondrinas.
Es ver la estrella de la tarde por la ventana de
una casa campesina.
Es contemplar un tren que pasa por la montaña
con las luces encendidas.
Es comprender perfectamente que no hay
fronteras entre el sueño y la vigilia.
Es ignorar en qué consiste la diferencia entre
la pena y la alegría.
Es escuchar a medianoche la vagabunda
confesión de la llovizna.
Es divisar en las tinieblas del corazón una
pequeña lucecita.

Estar enamorado, amigos, es padecer espacio
y tiempo con dulzura.
Es despertarse una mañana con el secreto de
las flores y las frutas.
Es libertarse de sí mismo y estar unido con
las otras criaturas.
Es no saber si son ajenas o son propias las
lejanas amarguras.
Es remontar hasta la fuente las aguas turbias
del torrente de la angustia.
Es compartir la luz del mundo y al mismo
tiempo compartir su noche obscura.
Es asombrarse y alegrarse de que la luna
todavía sea luna.
Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea
de ser hombre es menos dura.
Es empezar a decir siempre, y en adelante no
volver a decir nunca.
Y es, además, amigos míos, estar seguro de
tener las manos puras.

Francisco Luis Bernárdez (1900 - 1978)
Francisco Luis Bernárdez nació en Buenos Aires, el 5 de octubre de 1900, y falleció en la misma ciudad, el 24 de octubre de 1978. Entre 1920 y 1924, vivió en España, lugar donde recibió la influencia de poetas modernistas. También residió durante un tiempo en Portugal. Cuando volvió de España, Bernárdez se unió al grupo de Florida, una agrupación informal de artistas de vanguardia y apoyó en este período el ultraísmo y las corrientes europeas propias de esta época. Bernárdez fue amigo de Jorge Luis Borges y participó de la segunda época de la revista Proa en las Letras y en las Artes.

Luego, trabajó en el diario La Nación, escribió para la revista Criterio e integró el grupo fundador del diario El Mundo. En 1937, fue nombrado secretario público de la Biblioteca Municipal Miguel Cané e hizo ingresar a Borges, quien trabajó como auxiliar catalogador. También fue director general de Cultura Intelectual y Bibliotecas Públicas Municipales, y formó parte de la Academia Argentina de Letras. Después de 1955, se incorporó al servicio extranjero de Argentina, como embajador en Madrid, hasta 1960. Más tarde, se jubiló como ministro plenipotenciario. Entre sus obras se destacan El buque, Cielo de tierra, La ciudad sin Laura (inspirada en su esposa), Poemas elementales y Poemas de carne y hueso.


URL de la imagen: https://www.goodreads.com/photo/author/4668683.Francisco_Luis_Bern_rdez
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Luis_Bern%C3%A1rdez

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